¿Se acuerdan de los Médicis y tantos otros mecenas de las artes? ¿Quieren sentirse un poco así, digamos, magnánimos, pero por poquitas monedas? Ahora es posible.
Uno de esos neologismos ingleses tan en boga, crowdfunding, algo así como «financiamiento multitudinario», debería ser entendido por su término correspondiente en español, «micromecenazgo». No, no corran a mirar en el DRAE, todavía no lo pusieron. Pero igual, se está empezando a aplicar también para publicaciones. Una serie de editoriales y organizaciones lo ofrecen, es cuestión de informarse y animarse:
Pero, por favor. Investiguen muy bien antes de tirarse al agua. No todo es tan fácil como lo venden. Además, hay muchos estafadores listos para atrapar incautos. Vean esta entrada con testimonios que dan escalofríos. A veces, es preferible tirarse por su propia cuenta.
Nosotros los invitamos a participar en el nuestro de Salto al reverso. Y no es fraude en absoluto, sólo queremos seguir publicado nuestra revista. http://bit.ly/saltoalreverso Saludos, Fabio 🙂
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Pues, aquí queda publicado tu mensaje con el enlace directo a la campaña financiera. ¡Suerte con esta campaña!
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Mil gracias 🙂
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Y también agregué el enlace a Fondeadora en mi listado.
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También gracias por eso. Mañana lo comparto. 🙂
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