Hay muchas personas que dan dicha. También, algunos números. Y no es fácil expresarlo.

Es muy agradable escribir, eso lo sé desde hace mucho. Además, es un deleite disponer de un dispositivo dedicado a difundir lo digitado. Sin duda.

Pero es indescriptible la dicha de saber (y ver) que los lectores llegan. Y siguen.

¿Qué son cien seguidores? Es difícil definirlo, son cien personas que hicieron clic en el botón de seguir. Muchos otros habrán pasado y no lo hicieron. Pero pasaron. Vieron. Leyeron. Siguieron… ¿de largo, o leyendo?

Los números cuantifican, calculan, computan. Las personas, en cambio, llenan muchos espacios que no se delimitan con números. Son la razón de ser de esta entrada.

Hoy en la madrugada me apareció una felicitación automática, «Enhorabuena por obtener un total de 100 seguidores» (esto fue gracias a Jack Moreno, que en ese momento hacía el correspondiente clic). A varios les ha pasado lo mismo, y a muchos otros les pasará.

Pero eso no pasa gratuitamente. Pasa, porque la gente pasa por aquí. Pasa, y sigue pasando.

Pasaron seis semanas desde que publiqué mi primera entrada aquí. Desde ese momento, recorren estas páginas lectores de WordPress, Facebook, Twitter y Google+, además de otros visitantes ocasionales. Un gran total de 1761 vistas. La procedencia de los visitantes es soprendente: Alemania, Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Holanda, Honduras, Italia, México, Nicaragua, Nigeria, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rusia, Uruguay, Venezuela y muchos otros. Inimaginable apenas dos meses atrás.

(Actualización al final de la jornada) Hoy, además, ha sido por lejos el mejor día en cantidad de visitas al blog; por primera vez, más de doscientas en un solo día. Para ser exactos: 250 (y el anterior récord, semanas atrás, era 82, menos de un tercio).

Por eso, y por mucho más, sencillamente: gracias. Muchas gracias por seguir. Me dan ganas a mí también de seguir.

• Novedades del blog