Nada. Tristeza. Soledad. Silencio. Vacío.
Aquí falta alegría. Todo es grisura.
El país gris. Así se suele hablar de nosotros, los orientales.
Muchos años ha, un anciano me refería a la herencia de nuestras etnias ancestrales. Esas que vemos tan poco. Que se ahogaron en la marejada del torrente de inmigrantes europeos. Que contrastaban con la enérgica savia de los esclavos africanos, esos que nos legaron su alegre música. No, nuestras etnias originarias eran diferentes. Como Tabaré. Ese indígena mestizo delineado por la pluma de Juan Zorrilla de San Martín. Como también Moro, que se siente tan solo y abandonado.
Der letzte Mohikaner (El último mohicano), melancólica melodía de Leo Rojas, un músico ecuatoriano activo en Alemania, tan alejado de su propia tierra, me inspira toda la tristeza de Moro, ese indígena nacido en una isla del este del río Uruguay. Oriental.
El martes pasado tuviste música oriental. Hoy, te traje una melodía exótica que remite a otro oriental. ¿Qué tienen en común? Lo vemos pronto. No te pierdas Amigos orientales.
El blog de Fabio 
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Cuanta paz, es precioso.
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Cuando lo creé, más que paz me dio desolación… Un adolescente sin techo ni piso, a la orilla del camino de la vida, perdido…
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Una música mágica, como toda la música étnica tiene algo especial que se te mete dentro.
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Que te hace flotar río abajo como hojas de camalotes: https://blogdefabio.com/2016/07/08/rio-sin-rumbo/
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Y va dejando su semilla a lo largo del cauce. 🙂
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Que brota de manera inesperada… no se pierdan el próximo capítulo. 😉
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No lo haré, gracias. 🙂
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Reblogueó esto en Ana Centellasy comentado:
¿Qué estará tramando Fabio? Leed, leed
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