No te reprimas ahora, vamos.
A explotar esa veta visceral.
Porque no te quepan dudas:
te brotará tu energía ancestral.
Ya no busques más ataduras.
De ahora en más, vida exultante.
Ya no hay pretextos que valgan,
solo queda todo por delante.
Y si al andar hay un tropiezo,
nunca te eches para atrás.
Hay que caer hacia delante,
siempre mucho más encontrarás.
Originalmente publicado en Letras & Poesía en enero de este año.