Imposible no verla, en su ubicación tan céntrica. Sobre la principal avenida de Montevideo.
Ya sea que vayas a buscar letras, papeles o lápices, encontrás lo que buscás.
Hasta ellos andan sueltos por ahí.
Sí, son los Tres Terribles Tigres. Acá los ves, bien al medio de la imagen.
No dejes de pasar. La clásica librería Papacito, frente a la Intendencia, tiene de todo. También a los Tigres. Los conseguís en el local, o también en línea. Hay envíos a todo el país.
Comienzan a llegar los comentarios sobre los Tres terribles tigres.
Aquí te presento uno, de la pluma de un lector muy calificado: Juan Pablo Zorrilla.
Me encantó lo audaz del tema; el libro no se anda con medias tintas. Ya cuando vi que arranca con una advertencia, supe que era del tipo de libro que me gusta. Pinta un mundo muy oscuro, lleno de trampas y tentaciones, y los chicos van tratando de abrirse camino a los golpes, sin nadie que los guíe más que las hormonas. Ni siquiera hablan entre ellos de lo que les pasa, a lo mejor por la vergüenza o culpa de saber que lo que hacen está mal. Y cuando al fin consiguen lo que pensaban que querían, no los satisface, siguen siendo esclavos de los instintos, hasta que les caen encima las consecuencias.
Es el retrato de un mundo muy sombrío, donde los pocos personajes que no traicionan son los traicionados y a lo mejor terminarán decepcionándose, pensando que para qué ser un gil que hace las cosas bien, cuando todos están en cualquier cosa. Y viendo cómo se comportan los adultos, parecería que están destinados a terminar así.
El relato es crudo y agresivo, desde el punto de vista de tres imberbes confundidos, que se piensan que son los machos de América y todas las chicas son putas. Por eso es un libro audaz: sería fácil para el lector horrorizarse y pensar que es un texto machista y misógino, cuando en realidad lo que refleja es la mentalidad ignorante de los que solo piensan con los testículos, que creen que se las saben todas, que son unos fenómenos por acostarse con adultos cuando en realidad están siendo abusados, y sufren la desesperación del que está solo y no puede encontrar lo que le falta.
Y así siguen los tigres, acumulando manchas, no terribles como se creen, sino cada vez más tristes. Llegará un punto en el que, en medio de todas sus atrocidades, habrán de encontrar el lugar al que pertenecen.
Ahora están en Puro Verso, a pasitos del punto más céntrico de Montevideo. En la esquina de 18 de Julio y Cuareim, enfrente a la Cancillería, esta librería es un espacio alucinante, en una edificación antigua reciclada, con elevadas escaleras que permiten recorrer las enormes estanterías.
Por ahí andan a los saltos los Tres Terribles Tigres, ¿ya los conocés?
¡No te los pierdas! Visitá el sitio de Librería Puro Verso. Si querés, te envían el libro a tu casa, sin cargo adicional, en cualquier punto de Uruguay.
La gran comunidad de escribientes en castellano sigue pisando fuerte. Textos en línea, publicaciones físicas, recitales y presencia en las redes nos acercan al público que lee, mira y escucha. Se multiplican las ocasiones para difundir la obra de muchos autores noveles (y otros no tanto).
Que se vaya a la mismísima… No la voy a soportar ni un minuto más a esa. Ya no existe para mí. Voy a hacer la mía. A salir, a conocer, a aprovechar. Tener novia, yo. ¡Ja, ja, ja! Después de todo el tiempo que estuve con esa. Después de todas las noches que pasé con esa. Después de todo lo que dejé por esa. Después de todo lo que trabajé en la pizzería para hacerle regalos, ¡a esa! Después, después… ¡después, lo que venga! Seguir leyendo “Revolea”→
Quienes nacimos y vivimos en un país surgido bajo la bandera del republicanismo, vemos a la realeza como algo lejano. Raro, remoto, rebuscado, un poco altivo, acaso distinguido del resto. Así las cosas, cuando vemos pasar a un legítimo miembro de una casa real, abrigamos una extraña mezcla de admiración y curiosidad. Así fue como me sentí, allá por 1983, cuando el penúltimo titular de la corona de los Borbones visitó Montevideo. Al igual que tantos vecinos de Punta Carretas, caminamos hacia Bulevar Artigas, importante arteria que homenajea al máximo prócer oriental (el mismo que casi dos siglos antes luchara contra el ejército de otro Borbón) para ver pasar, saludar y vivar a Juan Carlos. Horas después, muchos otros conciudadanos uruguayos aplaudirían a rabiar cuando el muy mentado monarca se daba el gusto de refregarle en la cara a un dictador militar las virtudes civiles y morales de los sistemas democráticos. Y también, de aludir elogiosamente a un rey de las letras, un uruguayo exiliado en España, su más insigne tocayo: Onetti.