16 de julio de 2018 (página de mi diario)
Releía recién lo que escribí hace ocho años, cuando perdíamos en la semifinal. Lloraba de orgullo. Pero lo que viví ayer con la final fue para quedarme mudo. Otra cosa no se puede decir. Porque lo que sentí…
Pasó mucha agua bajo los puentes desde aquellas líneas. Hice mis estudios y los terminé. Mientras tanto, también empecé a competir en natación. Y me conseguí trabajo en un diario. Y empecé a ahorrarme lo mío.
Hasta tuve un golpe de suerte impresionante. Fui a hacer un mandado al supermercado enorme que queda a cinco cuadras de casa, con lo que compré pude entrar en un sorteo que hacían… y gané dos pasajes para ir al mundial. Increíble. Invité a un amigo a ir conmigo. Por mi silla de ruedas no iba a ser problema, en todos lados me abren paso.
Porque yo siempre hice fuerza para abrirme paso. Y así me está yendo. Seguir leyendo «¡Y se colgó la bandera, nomá’!»