Letras & Poesía: Literatura Independiente
—¡Feliz cumpleaños, hermano!
—Gracias, viejo, gracias. Parece mentira. Te alcancé. Cinco décadas ya.
—No se te ocurra decirlo así, suena fuerte.
—Es que la vida es fuerte. Nosotros somos fuertes.
—Cierto. Todo lo que aguantamos. Hasta la peste y más. Aquí estamos, vivos y coleando, hermano.
—Y vamos por más, viejo.
—Epa, eso era lo que yo siempre te decía, cuando no te animabas.
—Y bueno, ya ves, me enseñaste al fin, je.
—Aquellos años… Los quince, ¡qué época!
—Aprovechábamos que éramos bien altos y nos colábamos a todos los bailes.
—Porque yo te llevaba, hermano.
—Dale, que si yo no iba, tampoco te animabas, viejo.
—Es que ir solo, no daba. Además, eras tímido de más, necesitabas un empujón.
—Eso no te lo voy a negar. Siempre tuviste más sangre, más arrojo para eso.
—Bueh (se ríe para adentro).
—Je je, el que se ríe solo, de sus picardías…
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