Etiqueta: Barroco

Eppur si muove

Farnese Atlante

Estoy huyendo y no puedo.
Estoy desesperado y no sé de qué.
El aire me falta, la garganta se me ahoga.
Siento que me fallan las fuerzas.

… eppur si muove

Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Mis afectos se fueron casi todos.
Solo me queda la esperanza de no fallarles a los que me quedan.
Me faltan las fuerzas, me falla el pulso.

… eppur si muove

La seda sigue siendo sedosa.
El color púrpura, como la sangre que me fluye.
La tersura de su piel, como un terciopelo delicado.
La fragancia natural, siempre atrayente.
Como el encanto de su don de gentes.
Me rechaza… me desespera…

… eppur si muove

Segundo movimiento (Andante) del Concierto de Brandenburgo nº 4 en si mayor, BWV 1049, por el insigne compositor barroco alemán Johann Sebastian Bach (1712). Si el mensaje llegara…


Publicado en abril de este año en Letras & Poesía.

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Remolinos de porcelana

Remolinos de porcelana

Una pareja se fascina en sus primeras semanas.
Ella es agradable y delicada como una porcelana.
Él parece que lucha contra los molinos de viento.
Flor de remolino se les arma en cualquier momento.

Les petits moulins à vent (Los pequeños molinos de viento), exquisita melodía barroca compuesta por el francés François Couperin en 1722, describe la cómica situación de Gonza, un adolescente muy tranquilo y ubicado que, de repente, tiene que rendirle cuentas a su nuevo cuñado. ¿Cómo? Con paciencia para no estropear algo que es muy delicado. Y también, con muchas ganas. Poniendo garra charrúa. Oriental.

Tambores árabes, flautas tristes, golpeteo electrónico, ahora un clavecín barroco…

Te di a entender que Gonza es centrado. Pone orden. Lo que falta acá…

Está bien, te prometo que para la próxima no te sigo recargando de expectativa.

Te la voy a decir de una. El próximo martes, sin falta.

Ricercar. Buscar. Bach.

En mi canal de Youtube tengo guardado este video en un lugar de privilegio. La obra de Juan Sebastián Bach «Ricercar a 6», procedente de la monumental Ofrenda Musical que le escribió al rey Federico el Grande de Prusia, tiene una estructura increíble. Lo más alucinante: son seis voces (sí, seis) en una incesante polifonía tocada con apenas dos manos en un teclado. Una maravilla.