Una verdadera fiesta. Mil seguidores. Sin más palabras.
Cuando comencé a bloguear allá por junio de 2016, un hormiguear en mis dedos me llevaba a volcar pensamientos, ideas, frases en estos lienzos en blanco. De a poco se fueron acercando lectores y seguidores. Me fui integrando en colectivos con otros colegas. Me sentí acompañado y respetado.
La vida de quien quiere escribir y publicar suele estar llena de obstáculos. Cuando me decidí a lanzar la primera edición de Amigos orientales sabía que mi camino no iba a ser sencillo. Pero quienes me acompañan aquí semana a semana me han hecho muy llevadero ese recorrido. En esta ocasión, le agradezco a mi colega traductora Bárbara, del blog Transderlust, por haberme seguido completando este mágico número.
A todas y todos, muchas gracias. ¡Gracias por estar! ¡Gracias por seguir! ¡Gracias, una vez más, por seguir visitando estas páginas!
Foto: fuegos artificiales tras la iglesia de San Carlos, una de las ciudades más antiguas de mi país. (Imagen tomada de Wikimedia Commons).