Muchos recordamos esa frase «lo esencial es invisible a los ojos». Sí, una de las varias de El principito, del genial Antoine de Saint-Exupéry. Esa narración ilustrada por el propio autor, llena de minúsculos planetas cubiertos por mantos reales o la boa que se come un elefante. Muy inocente e infantil, y sin embargo tan cargada de críticas a lo que en aquella época se consideraba correcto o importante.
Pero pocos saben la verdadera historia detrás de este libro. La rosa, ¿qué era? Lo que inspiró al piloto escritor. ¿Detrás de todo gran hombre hay una mujer? No es la excepción. Esta vez, se trata de una latinoamericana para un francés. La salvadoreña Consuelo Suncín, redescubierta hace relativamente poco tiempo. Se han escrito muchas obras con motivo de esta relación tormentosa, a la búsqueda de su verdadera relevancia. A revelar la identidad de esa mujer invisible para tantos, pero esencial para el autor.
Es una buena historia. De todos los personajes me quedé con las estrellas que ríen y en mi imaginario eso es más importante, el bonito recuerdo que dejan las personas importantes. Gracias.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te agradezco la lectura y tus comentarios constructivos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
De nada Fabio, tenés un bonito blog y de las lecturas aprendo. Gracias por tu atención.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Uno de mis libros favoritos. Sabía que la rosa era la metáfora de la mujer y el amor pero desconocía que había una historia detrás. Gracias por compartirla
Me gustaLe gusta a 1 persona
El principito es mi libro favorito. Lo leo cada año y cada vez cuando el zorro habla de como va a recordar al principito, lloro. Es tan hermoso. «Me ha hecho bien,» dijo el zorro , » por al color de los campos de trigo . «
Me gustaLe gusta a 1 persona