Allá por febrero de 1987 tuve la fortuna de visitar Granada por primera vez en mi vida. Tenía dieciocho años, iba con la mochila al hombro, sorprendiéndome con las bellezas que iba encontrando a cada paso. En el palacio de la Alhambra, al pie de la Torre de la Vela, con una vista espectacular de la ciudad, se puede leer este breve poema de Francisco de Asís de Icaza, que provoca una profunda emoción.
¿Querés saber más sobre la historia de este breve poema? Podés leerlo aquí.
maravilla de las maravillas, eso es granada, solo decirte enhorabuena, por tus letras
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Me alegro de que te guste todo esto. Solo que mis letras no hacen otra cosa que reproducir una joyita poética, que brilla por su economía textual para elogiar a la deliciosa ciudad andaluz.
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Pero no por ello menos bella
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🙂
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Excelente,
Y sin embargo puedes dar fe
de la belleza de Granada,
ya sea por tu vista
entonces privilegiada,
o por tu juventud
aventurera y afortunada.
Por la dicha de la vista
que a veces de jóvenes
no es calma y considerada,
sobre todo con los noveles
en tierras lejanas
aunque del idioma traducir nada.
Suerte al afuerino sin sentirse tal,
en Granada hasta el ciego ve
sobre la palma de su mano,
amada por todos y descrita
como un idilico lugar
al cual siempre habrá que regresar.
Habrá recuerdos de Granada
escritos en tu mente,
brillantes ante tu mirada,
anhelantes y pacientes,
a la espera de tu pluma
cubierta de prosa inigualada.
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¡Definitivamente!
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