
Mauro se instaló en la puerta y la esperó a que llegara. Ahora, solo ella le importaba.
No le interesaba haber sido el goleador campeón de la cancha. Ahora buscaba otra cosa.
Ya no soportaba más así, sin poner en práctica de una vez lo que él sentía como su hombría. Era apenas un cachorro de dieciséis, pero ya nadie lo iba a frenar. Seguir leyendo «Primeros tantos»


Vienen las ganas de comenzar por fin. Porque todo tiene su principio. Gracias al escritor Peter Vergara, que le dio difusión en su blog literario a un artículo de Sinjania, aquí van algunos consejos para escribir un primer capítulo genial (pueden leer el original completo