Etiqueta: Vacío

Triste flauta

Triste flauta

Nada. Tristeza. Soledad. Silencio. Vacío.

Aquí falta alegría. Todo es grisura.

El país gris. Así se suele hablar de nosotros, los orientales.

Muchos años ha, un anciano me refería a la herencia de nuestras etnias ancestrales. Esas que vemos tan poco. Que se ahogaron en la marejada del torrente de inmigrantes europeos. Que contrastaban con la enérgica savia de los esclavos africanos, esos que nos legaron su alegre música. No, nuestras etnias originarias eran diferentes. Como Tabaré. Ese indígena mestizo delineado por la pluma de Juan Zorrilla de San Martín. Como también Moro, que se siente tan solo y abandonado.

Der letzte Mohikaner (El último mohicano), melancólica melodía de Leo Rojas, un músico ecuatoriano activo en Alemania, tan alejado de su propia tierra, me inspira toda la tristeza de Moro, ese indígena nacido en una isla del este del río Uruguay. Oriental.

El martes pasado tuviste música oriental. Hoy, te traje una melodía exótica que remite a otro oriental. ¿Qué tienen en común? Lo vemos pronto. No te pierdas Amigos orientales.

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Ante el vacío

BLOG SALTO AL REVERSO

Abandoned Architecture Old Empty Wall Building Fuente: Max Pixel

Se aproxima el instante,
se acerca el momento.
Que no es precipicio,
tampoco es tormento.

Buscando el silencio
se encuentra ese muro,
derribarlo ya quiere,
un deseo tan puro.

Tras esa pared
el vacío amenaza,
agujero inminente,
el hueco atenaza.

El miedo a la nada
impugna el sentir,
el pavor al vacío
le impide insistir.


© Fabio Descalzi, 2017.

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Le decían Calonga

Esta es la reproducción textual de un hermoso relato de la vida real.


Hay personas de las cuales se recuerda solamente el apodo: su nombre no importa. En el recuerdo quedan su bondad llena de anécdotas y su imagen física. En la vida de “El Calonga” quedaron perdidas las riquezas y una historia de amor desgraciado, pero de ellas prefiero no hablar… Seguir leyendo «Le decían Calonga»

Río sin rumbo

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No tengo rumbo.

        No tengo cara.

No tengo historia.

        Nada.

                Tristeza.

        Soledad.

Silencio.

        Vacío.

                Miedo.

        Inmensidad.

La bahía se mece de un lado,

        el río color león se embravece del otro.

La escollera tiene ese qué se yo,

        que divide aguas, separa… aleja…

aparta del inalcanzable horizonte

        donde Yasí, desesperada, busca a su amado.

Ecos de la sirena nadadora entre las islas

         del Río Uruguay, que el corazón añora…

Flotando aguas abajo, los camalotes bajan,

        se depositan en las arenas de la taza de plata.

Un niñito que llora y gime

        como charaboncito en la inmensidad desolada.

Ecos que resuenan en la Gruta del Palacio;

        susurro de las hojas del ombú solitario.

Soledad que se refleja en las ondas

        de algún río ancho como mar.

(Disponible también en Wattpad)

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