Etiqueta: Cúpula

El faro del Salvo

Palacio_Salvo_lunaComo un enorme elefante vertical, el Palacio Salvo se alza sobre la silueta de Montevideo desde hace noventa años. El que supo ser en su momento el segundo rascacielos más alto de Sudamérica, tiene un hermano en la Avenida de Mayo de Buenos Aires, el Palacio Barolo. El arquitecto de ambos, Mario Palanti, soñó con incluirles faros que los hicieran recíprocamente visibles desde las orillas opuestas del Plata. Hace algunos años, el Barolo se dotó de iluminación nocturna en su cúspide. Ahora es el turno del Salvo.

Hoy viernes a las siete y media de la tarde se inaugura la cúpula luminosa del notable edificio. Pueden ver más detalles aquí. Porque el Salvo también es memoria, es patrimonio ciudadano, es arte. No es feo ni lindo; se impone en el paisaje, puebla todas las postales. Ahora también de noche. Vuelve a danzar al son de la música, como si fuera un eco de la Cumparsita, que hace un siglo viera la luz en este mismo punto del paisaje urbano, tiempo antes de comenzar la excavación de los enormes cimientos de esta mole.

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Ciencia ficción: “Alive Alive Oh” #03

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Semana anterior: cómo llegaron hasta G851.5.32, ese lejano y hostil planeta rojo sangre.


Desearía tener una botella de vodka conmigo. El sol está bajo en el horizonte. Si entrecierro los ojos, casi puedo hacer de cuenta que es un brillante atardecer de Swansea, los rayos se reflejan en las nubes bajas y ponen todo el paisaje color rojo. Casi puedo hacer de cuenta que estoy en la rambla Oystermouth, parada junto a la extensa playa, Jacquelyn dándome manija para ponerme en cueros y correr hacia las olas.

Megan tenía la misma ávida curiosidad acerca del mundo como su papá, el científico. La cúpula era asfixiante para el espíritu curioso de una jovencita. Explorábamos los alrededores, pero no me atrevía a llegar muy lejos. Megan se quejaba terriblemente cuando era hora de volver. La cosa se pasó de castaño oscuro cuando la encontraron escapándose en medio de la noche, sin autorización, sin el equipo protector. Owen estaba furioso, pero yo no podía culparla por rebelarse contra las normas y reglamentos.

Ella se quejaba “¿Cómo vamos a aprender más si nos encerramos? Cuando sea grande, voy a vivir en el exterior y voy a recorrer el planeta entero. Voy a estudiar la Peste de los Retornantes hasta que encuentre la cura y podamos viajar de nuevo.” Seguir leyendo «Ciencia ficción: “Alive Alive Oh” #03»