Aburrido de ejercicios creativos, apagó el alambique de ideas. Juntó el desparramo de neuronas con la mano y se las guardó a las apuradas en el cráneo. Con fuerza cerró la tapa y salió corriendo atrás del último tranvía que pasaba por la ventana. Como un niño travieso, arrancó para el parque de diversiones. A desparramar energías contenidas. A disfrutar un poco de esa tarde de sol. Montado en el mareado gusano de antenas coloreadas. Subido a la inmensa noria de chillones cangilones llenos de niños. Volando en las águilas metálicas. Azuzando los tiovivos. Su tío vivo, el único, navegaba en sus cavilaciones. Aquel que no salía de la perezosa siesta de siempre. Después de tantas alegrías que le había desparramado.
Categoría: Ficción
Las sempiternas
Después de todo lo que me insistieron, al final agarré, fui a la parada de la vuelta de casa, me tomé el 122, me banqué el recorrido tan lento de ese ómnibus obsoleto, y me fui acercando a destino, mientras no paraba de pensar en todo aquello. ¡Qué ganas de jorobar! ¡Y yo que quería quedarme tranquilo en casa, viendo el partido en la tele! Pero siempre es igual, me insisten y me terminan ganando por cansancio.
La casa de Pereira y Ellauri estaba derruida. El revoque del frente se caía a pedazos y el patiecito daba lástima. Solo el zaguán parecía decir “entren”, con esa puerta de madera casi negra, siempre semientornada; la vecina siciliana de enfrente murmuraba al pasar: “ahí parece que siempre están velando a alguien”. Golpeé fuerte para anunciarme, el timbre hacía rato que estaba roto. Y ahí apareció Lalo, con su pinta de zaparrastroso. Me miró con cara de hacerse el serio, porque se estaba aguantando una sonrisita burlona de esas que tanto le conozco. “Dale, dejate de embromar y salí del paso, que vengo a darle un beso a Clotita”. Al final largó la risita estúpida, se movió a un costado como de mala gana, y ahí entré, mirando para abajo para no tropezarme con las baldosas rotas.
Allá estaban en el fondo, en la hamaca de jardín debajo del guaco, las tres viejitas, acurrucadas como pollitos en invierno, aunque esa tarde gris hacía calor. Las tres vestidas de negro, pero de un negro viejo, como gastado, nada brilloso. Martina tenía el pelo bien tirante, como cuando tenía que ir a algún lado, y se había puesto el broche verde de la bisabuela; no tendría un peso para peluquería, pero ella siempre trataba de quedar arregladita; igual, daba lástima lo ridículo de su pinta. Gumersinda con su cara de rezongona, masticando rabia no se sabe de qué, y pronta a decir cualquier cosa, algún disparate, con tal de llevar la contra. Clotita muy envuelta en su chal, ese que se había tejido ella hace como veinte años, tan abrigado, parecía que tenía miedo de pescarse un resfrío de nada. Me acerqué, le di un beso en la mejilla arrugadita, y a las otras dos viejas les agité la mano en el aire, pero ni bolilla me dieron. Estaban de lo más ocupadas en sus asuntos; no tenían nada que hacer, pero igual, siempre estaban pendientes de algo. Clotita me miró con esos ojitos azules manchados de pintitas doradas, sus párpados se fruncieron un poquito, se le dibujó una sonrisa en las comisuras, torció la mirada hacia una silla de jardín, la mejor del juego; era su invitación a quedarme. Yo no dije más nada y me senté.
En eso se siente el grito de Lalo desde la ventana de arriba, se quejaba por el traje que no encontraba. Clotita, que sabía que él tenía que estar prolijo para salir, se lo guardaba en el cuarto de ella, era el único traje bueno que le quedaba; pero Lalo igual se pasaba rezongando por cualquier cosa cuando estaba en la casa. ¿Conseguiría algún día una buena muchacha? El padre lo ponía en duda, ese chiquilín no iba a cambiar nunca.
Publicado en Letras & Poesía.
Paspado
Sus manos se deslizan sobre la rugosa hoja, tras la cortina de humo del café. Su rostro aguado se apoya sobre una mano pensante, el índice señalando al oscuro infinito de la soledad. Sus piernas tiemblan, sacudiendo un par de rodilleras que golpetean contra los apoyabrazos.
Un bostezo devora el desperdicio de ideas. Un restregón de ojos desvela las palabras dormidas. Un borrón y cuenta nueva destroza la hoja ajada. Un día perdido.
O no.
Porque la hoja rugosa de aquel maldito cuaderno bien se merecía un maltrato inmisericorde. Porque el rostro ya no soportaba las bofetadas del destino insolente. Porque las piernas se agotaban de yacer inertes, sin trazar un camino.
Basta de bostezos, restregones y arrugadas. A ganar el día. Borrón y cuenta nueva.
Ahora sí.
Publicado en Letras & Poesía.
Ecos de adolescencias

Un colega peruano, Pablo Alejos Flores, publicó recién en su blog una reseña de mi libro Tres terribles tigres. Se resume así:
A leer estas crónicas resonaban en mí los recuerdos de cuando iba al colegio e interactuaba con mi grupo de amigos «selectos», podía sentir la autenticidad de las palabras y acciones de los personajes. Y esto no solo se debe a la cercanía cultural entre Montevideo y Lima —que creo que es grande— sino también a las circunstancias que rodean a muchos adolescentes: la curiosidad sexual, las comparaciones, el deseo de ser aceptado o de encajar, la contrariedad a los adultos y el egocentrismo. Temas que siguen siendo complejos a día de hoy y que cada personaje experimenta de manera y magnitudes diferentes […] me hizo dar cuenta del impacto que tiene la toma de decisiones en el desarrollo de la personalidad, como si crecer fuese un alud intrépido e irreversible.
Te invito a conocer la reseña aquí en versión completa. Si te interesa leer la novela, te pido que me escribas por este enlace.
Lentas
Celeste y los tigres

Ella también los conoció. Desde el principio.
Ella también los vio. Corriendo por las calles y rincones más impensados.
Ella también los impulsó. Con su arte y profesionalismo.
Te estoy hablando de Celeste Moreno. La misma correctora que en su momento colaboró con Amigos orientales, ya había cooperado antes con este libro, que (por decisión mía) tardó más tiempo en ver la luz del día. Celeste interpretó muy bien lo que yo quería comunicar; te lo voy a reproducir textualmente aquí:
Dicen que la primera impresión es la que cuenta. Yo diría que es un comienzo, la envoltura. Pero si me dejo llevar por la famosa frase, ya mi primera impresión al tener el libro en mis manos fue de satisfacción. Satisfacción por los colores, las texturas, los diseños. Ya luego entrando en el libro, me encuentro con unos personajes inquietos o inquietantes, quienes no escatiman en hacerse ver. Vamos de frente, las historias son oscuras, no aptas para menores, diría un cartelito de televisión. Hay que enfrentarse a estas sin pudor, sin juicio, libres. Ante esto, sorprende la capacidad del autor para ponerse en la piel de estos personajes, para hablar como ellos, pensar como ellos (sabiendo uno que muy lejos está el autor de las historias que narra). Estructuralmente, aprecio la buena organización, el buen manejo de la temporalidad y las sorpresas hechas poesía que se cruzan en el camino de la lectura. Estos tigres no son para todos, pero sin duda leerlos es una experiencia única que el autor bien logró crear.
Ahora ya no hay por qué esperar más. Ahora, gracias a Celeste y a los demás colaboradores que participaron, podés seguir muy de cerca las andanzas del Turco, el Tano y el Tibu, los personajes de los Tres terribles tigres.
¡No te los pierdas!
Si te gusta leerlos, el libro está online en la tienda de Letras & Poesía. También lo encontrás en librerías de todo Uruguay.
En redes sociales, seguilos con el hashtag #tresterriblestigres
(fuente de la imagen: Freepik.es)
Noche de las librerías 2020

En su cuarta edición, hoy se realiza la Noche de las Librerías. Con un horario extendido hasta la 1 de la mañana, varias librerías de Montevideo y de muchos otros puntos del país abrirán sus puertas al público.
No solo las librerías, también la Facultad de Arquitectura y el Museo Nacional de Artes Visuales se pliegan a la iniciativa.
Apoya: Centro Cultural de España en Montevideo.
Podés visualizar aquí los detalles, y también descargar el programa.
Y, ya que estamos: intentá preguntar por los Tres terribles tigres, capaz que andan escondidos en alguna estantería, quién te dice…
¡Ya andan sueltos!

Rápidos como rugidos.
Fatales como fieras.
Impremeditados, inconscientes, inconfesables.
Pecadores imperfectos. Humanos al límite.
Esto y mucho más es lo que hay para decir del Turco, el Tano y el Tibu, los personajes de los Tres terribles tigres.
¡No te los pierdas!
Si te gusta leerlos, el libro está online en la tienda de Letras & Poesía. También lo encontrás en librerías de todo Uruguay.
En redes sociales, seguilos con el hashtag #tresterriblestigres
Cosas de barrio (el Quedado y el Toronja)
El más grande
Es el más grande. Sobresale de sobra.
La inspiración le abunda.
Puede (casi) todo lo que quiere.
Encuentra un tesoro en sus amigos.
Muchas lo mueven a mucho.
Bastante puede.
De pronto, todo le pasará de repente. A su corta edad. Seguir leyendo «El más grande»
El más chico
Es el más chico. Mimado y consentido.
Inspira buena onda.
Puede ser el mejor.
Busca amigos y amor.
Más de una lo mueve.
Algo puede.
De pronto, todo le pasará de repente. A su corta edad. Seguir leyendo «El más chico»
El del medio

Es el del medio. Bien del montón.
Aspira pero no inspira.
Quiere pero no puede.
Busca pero no encuentra.
Igual, todas lo mueven.
Total, todas lo pueden.
De pronto, todo le pasará de repente. A su corta edad. Seguir leyendo «El del medio»
Proyecto literario conjunto
Hola, te estoy escribiendo a vos. Sí, a vos, que nos leés todos los días en la red de redes.
Este colectivo que integro sigue creciendo y necesita de tu ayuda. Y te aseguro que vas a poder leer mi último libro, Tres terribles tigres.
¿Querés saber cómo? Aquí tenés el enlace directo a la Campaña en Verkami.
Podés verlo también aquí:
¡Te esperamos!
Proyecto de literatura nativa

La revista en línea de literatura internacional Words Without Borders inició un ciclo dedicado a la literatura de los pueblos nativos de las Américas. Este atractivo proyecto comienza con esa lengua sudamericana que adoro, el guaraní.
Es importante hacer notar que Words Without Borders se publica en inglés y tiene entre sus cometidos contribuir a la difusión de la mejor literatura de diversas culturas. Por eso merece seguirse con mucho interés, sobre todo si se tiene en cuenta que relativamente pocas obras llegan a traducirse a la lengua de Shakespeare.
El proyecto de literatura nativa (en inglés: Indigenous Writing Project) implica un esfuerzo sostenido de la revista por incrementar el reconocimiento de los escritores nativos de las Américas en el mundo anglófono. Se recurre a expertos para asegurar que la literatura procedente de los confines de la llamada cultura occidental no termine siendo percibida a través de su prisma, ni tampoco sujeta a discursos colonialistas. Seguir leyendo «Proyecto de literatura nativa»
Letras & Poesía se afianza
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La gran comunidad de escribientes en castellano sigue pisando fuerte. Textos en línea, publicaciones físicas, recitales y presencia en las redes nos acercan al público que lee, mira y escucha. Se multiplican las ocasiones para difundir la obra de muchos autores noveles (y otros no tanto).
¿Querés ver quiénes estamos detrás de todo esto? Seguir leyendo «Letras & Poesía se afianza»





