Esta semana se realiza de manera virtual el Sexto Seminario Internacional sobre Traducción, Terminología y Diversidad Lingüística «Rumbo al Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas», una iniciativa de la Fundación Yvy Marãe’ỹ y el Instituto Técnico Superior de Estudios Culturales y Lingüísticos Yvy Marãe’ỹ, adjudicado con los Fondos de Cultura para Proyectos Ciudadanos – Concursable 2021 de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC).
El objetivo del seminario es fortalecer y ampliar el espacio científico-cultural construido por Yvy Marãe’ỹ en los primeros cinco seminarios similares que se realizaron del 2016 al 2020, para que investigadores, lingüistas, traductores, terminólogos, planificadores y promotores lingüísticos de Paraguay y de otros países de América Latina y Europa, difundan resultados de investigaciones y experiencias en la defensa, planificación, revitalización y promoción de la diversidad cultural y lingüística.
En esta oportunidad, destacados especialistas de Paraguay, Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, México, Francia, España, Alemania, Suiza e Italia, estarán a cargo de las ponencias, que junto a los artículos presentados durante el evento, formarán parte de una revista que será publicada en diciembre de este año.
Seguro que todos vosotros conocéis alguna palabra de origen árabe y la empleáis más de una vez al día. Pues bien, hoy vamos a concentrarnos justamente en este aspecto de la lengua: los arabismos presentes en la lengua española.
Y es que los árabes controlaron gran parte de la península ibérica durante siglos, durante los cuales su idioma influyó profundamente en la lengua española que se iba forjando en Castilla.
Nuestro idioma actual es fruto de la evolución del castellano antiguo y las lenguas mozárabes.
Estas lenguas enriquecieron el vocabulario añadiendo nuevo léxico sin destruir vocablos ya existentes, creando parejas de palabras para un solo concepto (doblete lingüístico: una palabra de origen árabe y otra del latín) como por ejemplo «aceite» y «oliva».
Hace poco comentaba en un artículo la posibilidad de consultar dudas sobre nuestra lengua en un portal muy útil. Se ve que despertó algo de interés, porque varios colegas comentaron al pie. En particular, Chus, con su recomendación de visitar el sitio de la Fundéu. Allí vamos.
La Fundación del Español Urgente ya tiene doce años de existencia. Es un espacio utilísimo para quienes utilizamos esta vigorosa y compleja lengua, tan llena de variedades regionales, tan erosionada por el influjo de otros idiomas (no solo el inglés), tan vapuleada por la exigencia diaria, a menudo instantánea, de contar con respuestas rápidas a nuestras dudas. Y ofrece muchos recursos. Veamos: Seguir leyendo «Español. Urgente.»→
Los días viernes 26, sábado 27 y domingo 28 de agosto del corriente año, la Fundación Yvy Marãe’ỹ realiará el “Seminario Internacional sobre Traducción, Terminología y Lenguas Minorizadas. Jaguerojera Ñane Ñe’ẽ Guarani”. El evento tendrá lugar en su local de la ciudad de San Lorenzo, Paraguay. Están todos invitados.
Un mercado no es otra cosa que un montón de necesidades y oportunidades de satisfacerlas. Con esta definición, parecería que todo es mercado. Bueno, no todo; pero casi. Si pensamos que en una lengua se usan miles de palabras viejas, nuevas, anticuadas, recuperadas, resignificadas, cambiadas, bastardeadas, prestadas… sí, es un mercado. Listo. ¿Y entonces?
Una lengua también tiene su propio mercado entre la gente. Se la vende bien y le damos valor, o se la esconde y la asfixiamos. Aquí no queremos ningunear ninguna lengua, queremos que valgan, que se aprecien, que la gente las compre. Que las oiga con gusto. Que aprecie y use su rico vocabulario.
Si se trata de una lengua hablada en un ambiente cultural en inferioridad de condiciones frente a otra cultura con un rol más destacado, inevitablemente se sufren procesos de erosión lingüística, se adoptan préstamos y calcos, se extranjeriza parte de la lengua propia. Un proceso no exento de conflictividad, pero muchas veces llevado por la necesidad.
Y al hablar de necesidades, volvemos a lo que es un mercado: un cúmulo de necesidades que se busca satisfacer. Si la terminología no satisface las nuevas necesidades, es porque la solución pasa por crear neologismos. Y ahí es donde llegamos a los temas de traducción, cultura, identidad. Y ética.
Un autor que menciono con mucho gusto en el ámbito traductoril es Antoine Berman. A partir de su obra se fue planteando un giro ético en traducción. Sería muy largo adentrarnos en eso; pero, para resumir algo que sirva en estos apuntes sobre terminología y neologismos, quiero hacer hincapié en un concepto: experiencia. La necesidad de reflexionar sobre la experiencia acumulada en la generación de textos traducidos, y en la producción de terminología que acarrea inevitablemente. Una tensión muy grande aparece cuando se entiende a la traducción como una reescritura, como una creación de algo que se sabe incompleto, tan incompleto como el propio escritor y como el sujeto traductor. La ética hace posible la traducción, consiste en aceptar la traducción como texto otro, como escritura, como experiencia que el traductor desarrolla durante su tarea.
Frente a tantos planteamientos centrados en lo lingüístico, Berman propone un enfoque diferente, centrado en la crítica. Se puede criticar mejor lo que se experimenta. La experiencia nos termina remitiendo, a su vez, a otro concepto relacionado con el ámbito cultural: descolonización. Pero eso ya merecería otro espacio. Es una ardua tarea para el día a día.
Sea como fuere, se tropieza con un montón de obstáculos al salir a ese mercado de palabras. Existe una obsesión por distinguir entre usos correctos y usos incorrectos, el purismo, el misoneísmo (rechazo cerrado de «lo nuevo»), la descalificación de usos (lo que «me suena mal», las palabras «feas», etc.) y una nostalgia por un pasado (a veces inexistente) en el que supuestamente se hablaba mejor.
También se perfilan inesperadas tendencias a futuro. Si nos fijamos en el caso de África Subsahariana, se está dando un intenso intercambio económico y cultural con China, incluso a nivel literario. Esto plantea nuevas influencias entre culturas y, por qué no, nuevos retos terminológicos.
Un gran desafío espera. Llenar un nicho de mercado con neologismos que, en la medida de lo posible, representen lo propio (o la apropiación), pero sin perder de vista la permanente e inevitable existencia de lo Otro.
Varios alumnos y colegas me suelen preguntar cómo y dónde encontrar tal o cual herramienta para escribir, corregir, traducir, publicar…Otros buscan darse a conocer, mostrar sus proyectos, elaborar un dossier o una lista de trabajos realizados…
Sin ánimo de ser exhaustivo, aquí va un listado de recursos disponibles en línea. Vaya mi agradecimiento a todos los blogueros que han dedicado muchas horas de su tiempo y esfuerzo a hacer posible lo que se muestra en esta lista. Por mi parte, lo único que hice fue reunirlos y darles visibilidad. Aprovéchenlos, valen la pena. Seguir leyendo «Recursos para escribir y traducir»→