
Un gran motivo de felicidad para las letras en lengua castellana, en especial para nosotros, los uruguayos. Por segunda vez en la historia, el Premio Miguel de Cervantes le es conferido a alguien de Uruguay; y por primera vez a una dama. Entre una multitud de caballeros premiados, ella es recién la quinta, habiendo sido las anteriores María Zambrano (España), Dulce Loynaz (Cuba), Ana María Matute (España) y Elena Poniatowska (México).
Ida Vitale nació en Montevideo en el lejano año 1923, en una familia muy culta. Se dedicó a la poesía, crítica literaria, ensayo. Integró la legendaria Generación del 45 (de la que es la única sobreviviente), colaboró en numerosas publicaciones periódicas como Marcha y Jaque. Sigue muy lúcida y activa, dedicada a las letras y a dictar charlas. Ya había obtenido varios premios, uno de los últimos fue el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
Ahora, el máximo galardón de la lengua española recae en ella, lo que nos llena de orgullo. Hay que considerar que, en 44 ediciones del premio, Uruguay obtuvo 2 (el anterior al brillante Juan Carlos Onetti); somos apenas el 0,7% de los hablantes de castellano, pero ostentamos el 4,5% de los Premios Cervantes. Esto nos impone el gran desafío de no dejar decaer la cultura en sus máximas expresiones.
Felicitaciones a Ida; ahora, las poetisas tienen un ejemplo a seguir. Sí: me voy a permitir rescatar del casi olvido a la palabra poetisa, con la que conocí siempre a sus colegas Juana de Ibarbourou, María Eugenia Vaz Ferreira, Delmira Agustini y tantas otras.





Hoy, 4 de junio de 2016, ha fallecido en Marrakech, Reino de Marruecos, el reconocido escritor ibérico Juan Goytisolo.



Me encuentro en la recta final de la revisión de mi primer manuscrito. Para ser precisos, me quedan cuatro capítulos y después a tirarme al agua (pero sin flotador y sin saber nadar bien).
La poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación. La poesía contribuye a la diversidad creativa, cuestiona de manera renovada la forma de usar las palabras y las cosas, y nuestros modos de captar e interpretar la realidad. Con sus asociaciones y metáforas, con su gramática singular, el lenguaje poético constituye otra faceta posible del diálogo entre las culturas.
